MÚSICA CLÁSICA Y ARTE. En el rellano del portal de la casa donde nací- la casa de Pernas- enfrente delInstituto Santa Irene, tenía un relojero su taller. Y en el tercero derecha del edificio nació, con doce horas de retraso -pues habíamos quedamos para nacer juntos- un gran amigo mío.
LA MÚSICA CLÁSICA Y LA FOTOGRAFÍA: EL RELOJERO
No me extraña, que ahora que acabo de pedirle una foto para esta sección de Clasica2, me enviase la de un relojero. Quiero declarar públicamente que no he conseguido, en todos estos años, verlo llegar a una cita conmigo a la hora acordada.Y han sido muchas. ¿Defecto de nacimiento?
Centrémonos en la foto. Me encanta que todos los relojes marquen la misma hora - las 6.35- menos uno. ¿Dónde está Wally?
Me desconcierta que el relojero tenga tres taburetes; me llama la atención la fusión de luces entre halógenas y tradicionales; envidio su vista, pues es capaz de atornillar a esa distancia; pero sobre todo me fascina el avión.
Paradojas de la vida, en un santuario donde suenan los segunderos, la aviación, el transporte más rápido está representado. Sin pasarse, ya que es un modelo monoplano y con hélice.
AUDICIÓN DE MÚSICA CLÁSICA
Para acompañar a ésta instantánea os propongo escuchar el interludio para violín "Meditation" de la ópera Thäis de Jules Massenet (1842-1912), estrenada en París el 16 de Marzo de 1894, con libreto de Louis Gallet y basado en la novela de Anatole France. Su argumento ha envejecido mal, pero nos ha dejado esta delicada y dramática página, frecuentemente interpretada en las salas de concierto.
El tiempo corre inexorable para todos; deja huellas indelebles en nosotros. Thäis, la cortesana más famosa de Alejandría, contempla en el espejo los efectos de aquel en su rostro. Y medita. Yo también lo haré mientras contemplo la fotografía de mi amigo. Y me pregunto: ¿Por qué tendrá tres taburetes?