Clásica 2

Revista de Ópera y Música Clásica

Edwin Fischer (1886-1960)

Fecha de publicación: 14 de junio de 2009

Continuando con el repaso de los grandes intérpretes y músicos que venimos realizando dentro de la sección de la Enciclopedia de Música Clásica de Clasica2 presentamos hoy al pianista suizo Edwin Fischer (Basilea, 6 de octubre de 1886- Zurich, 24 de junio de 1960).

ENCICLOPEDIA DE LA MÚSICA CLÁSICA. EDWIN FISCHER (1886-1960)

Edwin Fischer nace en Basilea. Comienza sus estudios musicales en el Conservatorio de la ciudad que complementará en el Conservatorio Stern de Berlín desde 1905 hasta 1914 bajo la dirección de Martin Krause, que había sido alumno de Franz Liszt.

Tras la guerra, en 1926, se convierte en el Director del Musikverein de Lübeck. Por entonces ya era un afamado pianista.

En 1932 forma un grupo de música de cámara, la Orquesta de Cámara Fischer, siendo de los primeros en interesarse por la interpretación historicista de la música barroca dirigiendo, en consecuencia, a la orquesta desde el teclado y utilizando instrumentos de época. Así mismo será un magnífico intérprete camerístico, básicamente de tríos con piano. Serán sus compañeros el chelista Enrico Mainardi y el violinista Georg Kulenkampff, sustituido a su muerte por Wolfgang Schneiderhan.

Una de las características vitales de Fischer era su capacidad didáctica. Así, en 1932, va a suceder a Artur Schnabel como profesor en el Berlin Hochschule für Musik. (Escuela Superior de Música de Berlín), que abandonará en 1942 regresando a Suiza. Allí continuará su labor pedagógica en Lucerna, donde tendrá como alumnos, entre otros, a Daniel Barenboim, Alfred Brendel, y Helena Sá e Costa.

Su labor docente le hizo publicar varios tratados musicales para piano entre ellos, destacar, el dedicado a las sonatas para piano de Beethoven.

En cuanto a su repertorio, sobresalen las interpretaciones que Fischer realiza de Johann Sebastian Bach, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludvig van Beethoven y Franz Schubert. Fue el primer pianista en grabar la integral del Clave bien temperado de Bach. Grabación para el sello EMI entre 1933 y 1936.

EL MÚSICO

Apuntado su carácter polifacético como docente, director e intérprete, es reveladora la máxima que regía su concepto de la interpretación y de la que hacía partícipes a sus alumnos y a su orquesta: “Dar vida a la música sin hacerle daño”. Sus interpretaciones, muchas veces con errores notables estaban, sin embargo, llenas de riqueza expresiva y delicadeza sin caer en el manierismo.

Veamos lo que dice de él su alumno Alfred Brendel en el capítulo “Recordando a mi profesor” de la obra Pensamientos y Meditaciones Musicales:

Fischer, sobre el escenario, era como un león al que le vibran cada una de sus fibras con el poder de la música. Desenfreno y dulzura siempre convivieron en su manera de interpretar al piano. No había ningún tipo de cortina entre su alma y el auditorio cuando tocaba. Como director, su manera de dirigir los conciertos de Bach, Mozart y Beethoven desde el teclado sigue siendo inimitable. Era todo menos un pianista perfecto en el sentido académico. Su nerviosismo y su falta de salud muchas veces planeaban como una sombra sobre sus actuaciones.

Como profesor, Fischer fue electrizante por su mera presencia. Un pequeño gesto, una palabra alentadora hacía que los alumnos se superasen a si mismos. Cuando esbozaba la estructura de todo un movimiento hacía que los presentes sintieran que estaban buscando el corazón de la música. Antes de su enfermedad, su vitalidad no conocía límites. Era feliz rodeado de gente joven que confiaba en él. En tales ocasiones, experimentábamos lo que nos decía con estas palabras:

«Un día, el piano tiene todos los colores de la orquesta; otro día, presenta sonidos que vienen de otros mundos".

Manuel López-Benito

AUDICIÓN DE MÚSICA CLÁSICA EN CLÁSICA2

Escuchemos a este magnífico músico en una grabación histórica de referencia: la Fantasía en do menor K.396 de Wolfgang Amadeus Mozart. Cerrad los ojos y dejaros mecer por las notas que, con maestría y sin hacerles daño, desgrana nuestro protagonista de hoy.

Mozart: Fantasía en do menor K. 396