Al pianista Eduardo Fernández, último Premio Ojo Crítico de Música Clásica, le gustan los retos. Por eso eligió interpretar para su debut con la ORCAM en el Auditorio Nacional uno de los conciertos para piano y orquestas más difíciles jamás escritos, el Concierto nº 2 de Sergei Prokofiev, compuesto entre 1912 y 1913 y estrenado por el mismo compositor al piano.